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25 abril, 2013

San Ciro puede esperar

En 1969 cuando Alfredo Di Stéfano era entrenador de Boca Juniors concertó a modo de práctica un partido de visitante frente a un equipo que cuando se lo anunció a los jugadores “el Chango” Ignacio Peña le entendió “Milan” y estaba tan entusiasmado que sus compañeros no le quisieron aclarar nada. Al otro día, todo contento, se apareció en la concentración con una maleta gigante y dos bolsos listo para partir rumbo al aeropuerto de Ezeiza. Todos mudos, como si nada. Se subieron al ómnibus para ir a jugar el partido y nadie le dijo nada hasta que por poco se desmayó al ver que se bajaron en Merlo, en la puerta de la cancha de Midland.

No se engolosinó

Néstor “Pipo” Rossi (centrojás de River, Huracán y el fútbol colombiano) como entrenador de El Globo hizo que llegara al equipo Norberto Conde, gran goleador. En una charla donde repasaba la actuación de los jugadores, cuando llegó el turno de hablar de Conde, lo miró fijo y le dijo: “Beto… a vos te llamaban El goloso del área… ¿qué te pasa acá en Huracán?… ¿te agarró la diabetes?”.